Un proyecto político pegado al cuidado de la tierra intenta abrirse paso el 28-M
PAMPLONA | 20·04·23 | 08:07 (Javier Encinas – Diario de Noticias)
Una nueva candidatura afronta estos días el descomunal desafío de hacerse un sitio entre los partidos convencionales y acceder el próximo 28 de mayo al Parlamento foral.
El proyecto político responde al nombre de Eguzkilore y tiene su “eje principal en la defensa de la infancia”. Entre sus promotores están Iratxe Sagüés Merino, administrativa de 43 años, vecina de Orkoien y cabeza de lista de la candidatura, y Javier Pérez Cueva, extrabajador de Correos y pensionista de 57 años que impulsó un albergue en Ilzarbe y una escuela alternativa que formaba a niños de entre 3 y 12 años, que irá de número dos en la lista.
NEGOCIAR CON TODOS
“No tenemos ideología”, subrayan los candidatos, que centran sus inquietudes “en el desarrollo del ser humano y en el cuidado de la tierra” y adelantan que si entran a la Cámara foral, “la idea será negociar con todos los partidos”.
Antes de ello deben reunir las 500 firmas que se exigen para concurrir en las elecciones, que estos días están recogiendo y que esperan tener listas el próximo lunes, cuando expira el plazo para la presentación de listas.
Entre los promotores de la candidatura hay muy poca experiencia en política. El más cercano a este mundillo es Pérez Cueva, que fue alcalde del Valle de Ollo y vicepresidente de la Federación Navarra de Municipios y Concejos entre 2011 y 2017.
“Estamos quemados de los partidos en general, que no se centran en la infancia, pese a que el futuro está en los niños y niñas”, señala Pérez, que se queja de las pocas facilidades que existen para parir en casa, “una práctica que en Holanda se da en el 30% de los nacimientos” o de las “exageradísimas ratios que hay en las escuelas”.
PROGRAMA SOCIAL Y ECOLOGISTA
Sin ninguna financiación externa, Eguzkilore difunde estos días los ejes de su propuesta electoral a través de internet y las redes sociales. Un programa de corte social y ecologista, que aboga por extender los derechos de paternidad y maternidad, mejorar la salud pública, poner coto a las empresas farmacéuticas “que controlan la Organización Mundial de la Salud”, impedir el despliegue de la tecnología 5G, reducir la jornada laboral a 30 horas semanales, garantizar una “jubilación digna” desde los 60 años, apoyar a la pequeña y mediana ganadería, invertir en el transporte público, apostar por la bioconstrucción, legalizar el cannabis, prohibir la muerte de animales en espectáculos y, sobre todo, potenciar la democracia directa mediante consultas vinculantes.
“Queremos recoger el descontento social”, dice Pérez, quien niega que no tengan posibilidades de obtener representación parlamentaria. “Por qué no vamos a ser elegidos?”, dice.
“A consecuencia de la pandemia hay falta de conciencia social y parece que solo hay ganas de salir a cenar y a viajar”, añade Sagüés, muy preocupada por el deterioro que observa en la sanidad pública. “Si comparamos la que teníamos hace 20 años con la actual, está claro que hemos ido para atrás y eso hay que revertirlo”.
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